La Venta

La Venta es una zona arqueológica ubicada en el extremo noroeste del estado mexicano de Tabasco en el municipio de Huimanguillo, a unos escasos quince kilómetros de la costa del golfo de México. La Venta es el principal sitio arqueológico de la cultura olmeca, tuvo su época de apogeo entre 900 a. C. y 400 a. C. Se levanta sobre una isla en medio de la región pantanosa que forma el río Tonalá, que marca la frontera entre Tabasco y Veracruz.
La superficie de la isla es de apenas unos 5,2 km², sin embargo, la extensión total de esta antigua ciudad olmeca se calcula en 200 hectáreas. En el centro de la isla, los edificios forman una plaza en forma de rectángulo irregular, con una pirámide principal localizada en el centro, y montículos y monumentos en el norte y en el sur.
La Venta se distingue porque se trata de la primera ciudad prehispánica que contó con un trazo arquitectónico planificado en el México antiguo, y toda la América media, su arquitectura monumental de tierra, su gran acervo escultórico y sus ofrendas de jade, al igual que por sus ofrendas masivas, únicas en el mundo prehispánico. Además, en esta ciudad prehispánica se encuentra la pirámide más antigua de Mesoamérica, un impresionante montículo de arcilla que tiene un diámetro medio de 128 m y una altura de 31,4 m.
En los alrededores de La Venta se han encontrado vestigios culturales que datan de 1750 antes de Cristo, aunque la ocupación principal se concentra entre el 1200 y el 400 antes de Cristo.



El nombre

En la actualidad se desconoce el nombre que tenía esta antigua ciudad olmeca. El nombre de La Venta se debe a que a finales del siglo XIX se fundó junto a la ciudad prehispánica, una población que se dedicaba a la venta de maderas, por lo que los vecinos le llamaban simplemente La Venta, nombre que se adoptó para el sitio arqueológico.

El entorno

La ciudad olmeca de La Venta, se localiza a 15 km hacia el sur de la línea costera del Golfo de México, construida en una planicie de 5,2 km², con una elevación natural de 20 m y rodeada de tierras bajas inundables, y una compleja red de arroyos, ríos, lagunas de agua dulce y lagunas costeras.
El río Tonalá que desemboca en el Golfo de México, pasa hoy en día a 4 km de este centro ceremonial, pero es muy probable que hace 1 000 años estuviera más cerca de La Venta. Al norte de la zona arqueológica de La Venta, fluye el río Chicozapote, el Palma al noroeste y el Blasillo que la circunda por el sur, estos ríos desembocan en el Tonalá, siendo evidencia de sus cambios constates, sus antiguos causes abandonados.
A lo largo de las riveras de los ríos y arroyos, se han localizado pequeños asentamientos que datan del primer milenio a.C. Sobre el antiguo cause del río Palma, se localizaron pequeños asentamientos de antiguas casas olmecas que datan desde el 1750 a.C. donde gracias a excavaciones arqueológicas se encontraron restos de maíz, frijol, calabaza, esqueletos de venados, perros, cocodrilos, y diversas variedades de peces, tortugas y moluscos.
Otros estudios, han encontrado restos de maíz y yuca fechados hacia el 5 000 a.C. mientras que el algodón y semillas de girasol datan del 2 500 a.C.
El medio ambiente fue clave para la vida olmeca, ya que fue propicio para la agricultura y sumamente rico en flora y fauna terrestre y acuática aprovechable por el hombre. La riqueza y variedad de los ecosistemas acuáticos, jugaron un papel importante en la base alimenticia de los antiguos olmecas, fortaleciendo su larga vocación agrícola. Las inundaciones periódicas enriquecían los suelos, de por si fértiles, permitiendo que se lograran hasta tres cosechas por año.

Descubrimiento y excavación

El sitio arqueológico de La Venta fue descubierto por los arqueólogos Frans Blom y Oliver La Farge en 1925 y las primeras exploraciones y excavaciones fueron realizadas por Matthew Stirling entre 1941 y 1943, con varias excavaciones subsecuentes en los años 60. Stirling se acredita con identificar la cultura olmeca, aunque varios monumentos y lugares olmecas ya se habían descubierto, es el trabajo de Stirling el que pone la cultura olmeca en contexto.

Características

La civilización olmeca fue de las más prominentes en Mesoamérica desde 1500 a. C. a 100 a. C.. La zona olmeca tiene una extensión de cerca de 200 por 80 km, en la cuenca del río Coatzacoalcos. Esta zona incluye a San Lorenzo Tenochtitlan, Laguna de los Cerros y Tres Zapotes. La Venta es el sitio más importantes de la cultura olmeca ya que hace unos 3000 años fue el centro cívico-religioso más importante de esta cultura.
Se encuentra localizado en un pantano costero que pasaba por el alto del entonces activo río Palma. La ciudad de la Venta controló posiblemente una región entre los ríos Coatzacoalcos y Mexcalapa. La parte principal del sitio es un complejo de construcciones en arcilla en dirección norte-sur, aunque el sitio 8 se encuentra al oeste.
La estructura más importante de La Venta es una pirámide construida con barro acumulado. Su planta es irregularmente circular, tiene un diámetro medio de 128 m y una altura de 31,4 m. La cantidad de barro que se empleó en su construcción es calculada en 100 mil . La superficie exterior tiene diez entrantes y diez salientes que le confiere a la estructura la forma de un molde redondeada.



                                                               Rey o jefe de La Venta.


Al sur del patio ceremonial fueron construidas una pequeña plataforma rodeada de columnas de basalto y un muro de ladrillos rojos y amarillos unidos con barro rojo, que delimitaba el patio. Las excavaciones muestran que, por lo menos, el edificio conocido como Pirámide principal era escalonada, lo que prefigura la futura forma tradicional de las estructuras que soportaban los templos en todas las grandes ciudades de Mesoamérica.
Semejante a las últimas ciudades construidas por los mayas o aztecas, no existe en la región abundante piedra y por lo tanto todas las construcciones fueron construidas con tierra o arcilla. Las piedras grandes de basalto fueron traídas de las montañas de Los Tuxtlas, pero fueron utilizadas exclusivamente para esculturas monumentales, como las cabezas colosales, "altares" y estelas.
El extremo meridional del sitio lo ocupa una refinería de petróleo y se ha destruido gran parte del asentamiento, haciendo las excavaciones difíciles o imposibles. Muchos de los monumentos del lugar se encuentran en el Parque-Museo La Venta y en el Museo de Antropología Carlos Pellicer Cámara de la ciudad de Villahermosa, Tabasco.

Historia

Los olmecas fue la primera civilización del México antiguo, que se asentó en el actual estado de Tabasco y el sur de Veracruz. En La Venta, construyeron un gran centro urbano en la cima de un promontorio natural que destaca en medio de un islote en la llanura inundable de Tabasco.
La ocupación de La Venta inició en el año 1750 a.C y su desarrollo principal se sitúa del 1200 al 400 a.C. que es cuando alcanza su desarrollo principal como urbe y centro ceremonial. En su apogeo, La Venta fue un centro ceremonial que contuvo una serie de ofrendas enterradas, de tumbas así como esculturas monumentales similares a las encontradas en San Lorenzo Tenochtitlan. Se calcula que el sitio tuvo una población de por lo menos 1.800 personas.
Los olmecas tenían una organización política centralizada y una estructura social estratificada, y desde La Venta ejercieron el poder religioso, económico y político. La economía se fundaba en los tributos y en el monopolio del comercio, especialmente en la exportación de objetos suntuarios y la compra de materia prima como jadeita, piedra serpentina, plumas, pieles, basalto, y tal vez cacao.

El uso del chapopote

Los olmecas de La Venta, fueron los primeros mesoamericanos en recoger y procesar el petróleo que brotaba de los yacimientos naturales (comúnmente llamado chapopote, asfalto o betún) localizados en las cercanías de esta ciudad. El chapopote era recogido directamente de las chapopoteras, de la superficie del agua de ríos y estanques, o bien como nódulos o grumos arrastrados por el mar hasta las playas.
Entre los olmecas, el chapopote era usado para la ornamentación, como pegamento, para sellar acueductos de basalto y las embarcaciones, como decoración de figurillas y en mangos de cuchillos; y como material de construcción, pues se utilizaba como recubrimiento de pisos, y tal vez de muros y techos, y en otros usos aún desconocidos.

Abandono

La ciudad prehispánica de La Venta, parece haber sido abandonada hacia el año 400 a.C. Según los arqueólogos, este repentino abandono pudo deberse a factores ambientales como el cambio de curso de los causes de los ríos, lo que ocasionó el coplapso primero en San Lorenzo y después el La Venta y llevaron a movimientos masivos de personas hacia otras regiones como El Petén o la costa del Pacífico.
Los arqueólogos piensan que el abandono de La Venta fue el inicio de el final de la cultura olmeca, aunque se habla de la aparición muchos siglos después, de un estilo "Epi olmeca" centrado en Tres Zapotes y otros sitios contemporáneos. La migración y posterior mezcla de la civilización olmeca con otros grupos produjo un proceso de transformación y adelanto como la escritura y el calendario que dio origen a la cultura maya y a otras culturas de Mesoamérica.
De hecho, se cree que los descendientes de los olmecas que emigraron a la zona de El Petén guatemalteco, posteriormente se mezclaron con la gente del lugar originando a los "protomayas". Durante esta migración, varios de estos grupos se quedaron y se asentaron en la llanura costera de Tabasco, en la región que más tarde sería conocida como la "Chontalpa" en el delta del entonces río Mezcalapa (hoy río Seco) y que desembocaba al golfo de México por la barra de Dos Bocas, dando origen de esta forma los Mayas de Tabasco.

Descripción del sitio

Aunque el área nuclear de la ciudad prehispánica de La Venta se construyó en un islote de 5,2 km², se calcula que la ciudad tuvo una extensión de 200 hectáreas.
En el sitio arqueológico se pueden apreciar numerosos montículos, que en su tiempo formaron conjuntos arquitectónicos. La mayoría de los edificios fueron levantados siguiendo la orientación norte-sur, y fueron construidos de materiales perecederos, como el bajareque y techos de palma sobre plataformas hechas de diferentes tipos de tierra, arcillas y arenas, y que tienen una altura de 3 a 4 m. de alto y 100 m de largo.
En La Venta se ha definido la existencia de diez diferentes complejos arquitectónicos, los cuales fueron construidos por acumulación de tierra, arcilla y arenas que formaron las plazas, plataformas y montículos. Las plazas son de forma alargada y frecuentemente paralelas, delimitadas en sus extremos por estructuras cuadrangulares.
La distribución de las estructuras prehispánicas de La Venta muestra que esta ciudad olmeca fue planificada, por el patrón tan regular que presenta su traza arquitectónica, igual que obedece a un patrón lineal que corre en un eje norte-sur, abarcando estructuras monumentales, altares y plazas. Por lo que se considera que La Venta, representa el primer trazo arquitectónico planificado de acuerdo a los estratos sociales y al movimeito diario de la ciudad en el México antiguo, y toda la América media.

Complejo A

El complejo A es el conjunto arqueológico más conocido y explorado de La Venta. Contaba con nueve plataformas construidas con tierra apisonada, orientadas al oeste, en las cuales se encontraron cinco ofrendas masivas únics en el mundo prehispánico consistentes en más de treinta ofrendas, con unos tres mil objetos figurillas antropomorfas y zoomorfas, joyería, cinceles y hachas, y quince esculturas de piedra. Este conjunto arquitectónico representa el ejemplo más elaborado de un recinto ceremonial de la civilización olmeca y refleja el alto grado de organización política, social, económica, ideológica y religiosa de sus habitantes.
Este conjunto abarcó aproximadamente dos hectáreas, el Complejo A se construyó a lo largo de cuatro siglos (1000-600 a.C.) Tenía dos plazas, un patio que estaba junto al complejo C y tres plataformas.
El patio sur, que colindaba con el Complejo C, albergaba tres plataformas (A-3, A-4 y A-5); dos de éstas eran de planta rectangular y estaban dispuestas paralelamente, y entre ambas, hacia el extremo norte y cerrando la plaza, se encontraba la tercera plataforma (A-3). Las plataformas A-4 y A-5 medían más de 85 m de largo, 16 m de ancho y más de 2 m de altura, mientras que el edificio A-3 tenía 32 m en su eje norte-sur, 24 m en su eje este-oeste y una altura de más de 2 m.
Al norte del Conjunto A estaba el llamado patio norte, delimitado por columnas que terminaban entre dos plataformas. Dentro de este patio se encontraban tres plataformas. La construcción tuvo cuatro etapas: la primera (1000-900 a.C.), la segunda (900-800 a.C.), la tercera (800-700 a.C.) y la cuarta etapa (700-600a.C.)



                                                 Restos de construcciones en el complejo "A".

Primera fase 1000-900 a. C.

En la primera fase se han encontrado pequeñas ofrendas y varias edificaciones. Es probable que en esta fase se enterrara la primera ofrenda masiva. Se niveló el terreno y se delimitó el patio con una barda de arcilla y se crearon cuatro montículos en el patio norte.

Segunda fase 900-800 a. C.

En esta fase se colocaron las columnas de basalto y se retiró la barda de arcilla, se agrandaron las edificaciones anteriores rellenándolas con capas de arcilla de diferentes colores y, relacionado con esto, se enterraron cinco ofrendas, se acabó una plataforma con algunas partes con serpentina, se construyeron subterráneamente dos ofrendas masivas excavadas a siete metros de profundidad y encima se construyó una plataforma de dos metros de altura ornada con 28 hileras de serpentina, trabajada esmeradamente, sobre la que se colocó un mosaico compuesto por quinientos bloques de serpentina que conforma un rostro con una hendidura.

Tercera fase 800-800 a. C.

Fueron ampliadas las plataformas y se encontraron doce ofrendas entre las cuales la ofrenda cuarta es la más famosa que consta de 16 figuras de jade y serpentina. Se construyeron otras dos ofrendas masivas aunque no se encontró una edificación que lo cubriera.

Cuarta fase 700-600 a. C.

En esa fase se construyeron otras dos plataformas. Se transportaron más columnas de basalto y se construyó una tumba, con columnas de basalto, que contenía dos envoltorios con restos humanos junto a objetos de jade cubierto con cinabrio.

Complejo B

Espacio abierto con una extensión de más de cuatro hectáreas el cual era utilizado para ceremonias públicas. Actualmente se exhiben réplicas de las esculturas monumentales que fueron encontradas originalmente en este espacio. La plaza está delimitada al este por la “Acrópolis Stirling”, que se caracteriza por ser una enorme plataforma de tierra con más de 300 m de frente.

Complejo C

                                                           Pirámide principal en La Venta


El complejo C o "La Pirámide", es una gran pirámide construida de arcilla de aproximadamente 30 metros de altura y 128 metros de diámetro, es la pirámide más antigua de Mesoamérica. Se calcula que la cantidad de barro que se empleó en su construcción fue de 100 mil m³. La superficie exterior tiene diez entrantes y diez salientes que le confiere a la estructura la forma de un molde redondeada y de superficie ondulada, única en su tipo.
En la pirámide se encontraron 6 esculturas labradas en bajorrelieve y que muestran seres "sobrenaturales" y se exhiben actualmente en el Museo de Sitio.

Complejo D

Está conformado por más de 20 plataformas de tierra, alineadas en tres ejes norte-sur. En los costados del Edificio D 8 se pueden observar dos ejemplares, de magnífica manufactura pertenecientes al arte olmeca conocidas como “altares”. En el Edificio D 7 se localizaron tres esculturas monumentales de seres sobrenaturales, labradas en piedra arenisca, éstas dan la bienvenida al visitante en el acceso principal del Museo de Sitio.

Monumentos en La Venta

Cabezas colosales

                                     Cabezas colosales de La Venta (ahora en Villahermosa).


El sitio de la Venta incluye diversas plataformas de arcilla coloreadas en rojo, amarillo y púrpura. Asimismo existen gran cantidad de esculturas monumentales en basalto. Quizás las más intrigantes sean las cabezas colosales. Han sido halladas diecisiete cabezas colosales, cuatro de ellas en La Venta (descritas oficialmente como monumentos 1 a 4).
Tres de las cabezas -Monumentos 2,3 y 4- fueron encontradas a 150 m del norte del complejo A, al norte de la gran pirámide. Se encontraron en una fila irregular. La otra cabeza colosal -Monumento 1- estaba unos metros al sur de la gran pirámide.
Se piensa que las cabezas fueron talladas en el 700 a. C., pero posiblemente daten desde 850 a. C., mientras que las cabezas de San Lorenzo datan de un periodo anterior. Las cabezas colosales pesan varias toneladas. Su tamaño causa especulación acerca de como los olmecas las movieron. La mina principal del basalto se encuentra en el cerro Cintepec en las montañas de Los Tuxtlas, a 80 km del lugar.
Cada una de estas cabezas posee un sombrero (parecidos a los cascos de fútbol americano de 1920). Estos cascos probablemente servían de protección en la guerra o en el juego ceremonial de pelota.



                                                                Altar 4 La Venta.


Características tales como el grueso de los labios han originado muchas especulaciones acerca de su semejanza con tribus africanas. Algunos insisten que los olmecas eran africanos. Otros dicen que es posible que sea una libertad permitida en esculturas y no el aspecto real de los olmecas. Otros observan que además de amplios labios y amplias narices, las cabezas tienen ojos asiáticos.
El artista e historiador Miguel Covarrubias publicó un libro de ilustraciones olmecas y de caras de indígenas mexicanos modernos con características faciales muy similares.

Altar 4

     Mosaico del dios jaguar que se encontraba enterrado. Actualmente se localiza en el Museo de Antropología Carlos Pellicer Cámara en Villahermosa.
El sitio incluye también varios "altares" de basalto, siendo el más conocido el altar 4. El altar 4 representa una figura, probablemente un chamán vestido con indumentaria muy elaborada y sentando dentro de lo que parece una cueva. La figura se encuentra aferrada a una cuerda que envuelve la parte derecha del altar donde se encuentra la figura. El lado izquierdo está erosionado pero se piensa era similar al derecho.
Se estima que estos "altares" eran tronos que los olmecas utilizaban en ceremonias o rituales muy importantes. Esto induce a interpretar la figura como un contacto con sus antepasados o recibiendo ayuda de estos.

La más antigua concepción mesoamericana de la creación, dos serpientes enfrentadas u opuestas; El Tláloc Originario-- denominada equivocadamente "Mosaicos del dios jaguar"

Los olmecas de La Venta, tallaron grandes cantidades de piedra serpentina en forma de mosaicos las cuales colocaron para dar forma a la concepción Mesoamericana originaria de la creación en donde dos serpientes enfrentan sus rostros sobre otro de características antropomórficas , algunos especularon, infundadamente que existe un "dios Jaguar Olmeca" siguiendo las afirmaciones de Kunz y de Saville y del ilustrador de Vanity Fair Miguel Covarrubias en su libro arte indígena de México y Centroamérica, 1961. Repetido por Alfonso Caso en su libro el Pueblo del Sol donde repite el concepto erróneo de que se trataba de una imagen felina. Concepción redefinida por el Maestro Rubén Bonifaz Nuño quien en sus libros: Imágenes de Tláloc y Hombres y Serpientes, Iconografía Olmeca; señala que tales son imágenes serpentinas que forman el rostro del Tláloc originario, bajo este principio, excelentemente explicado en tales publicaciones que busca eliminar concepciones erróneas de la iconografía mesoamericana y prehispánica en general sirve de base a esta tesis el relato contenido en Historie de mechique manuscrito atribuido a André Thevet.
Rubén Bonifaz Nuño, maestro emérito y miembro del Colegio Nacional  fundo en la UNAM dentro de la Coordinación de Humanidades el seminario de Estudios Para la Descolonización de México, donde la historia del quinto sol y de la creación rescatada por estudiosos mexicanos.  Corrigiendo  este error supino de la concepción felina de Tláloc, detallando la creación por Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y una entidad antropomórfica que dividen para crear el cielo y la tierra.
El Tláloc Originario que contienen los rostros Olmecas explica esta concepción originaria que distribuyeron los Olmecas, sobre los demás pueblos en toda Mesoamérica y que se refleja en dicho mosaico. Inclusive el Maestro Bonifaz nos señala que los colguijes que aparecen en la ofrenda masiva tres de la venta reproducen las escamas abdominales de las serpientes de cascabel. De ahí que siendo Tláloc, el dios del agua y de la tierra con la intención de rendirle una ofrenda, prepararon una superficie plana a cuatro metros de profundidad, colocaron ahí sobre una superficie de serpentina burda un conjunto de más de quinientos mosaicos de serpentina fina y bellamente tallada representando el rostro de Tláloc, cubriéndola con arcilla y arenas de distintos colores, que por razones rituales desconocidas. Se han encontrado hasta el momento tres grandes mascarones hechos con cientos de mosaicos.

Ubicación y como llegar

La zona arqueológica de La Venta, está ubicada a 128 kilómetros de Villahermosa, Tabasco y a 49 kilómetros de Coatzacoalcos, Veracruz. Sobre la autopista de 4 carriles "Circuíto del golfo" número 180, a la altura del kilómetro 124 entre Villahermosa y Coatzacoalcos, se encuentra la desviación a Villa La Venta. A 4.5 kilómetros de ésta se encuentra la zona arqueológica. También se puede llegar por autobús, ya que la villa está conectada con las ciudades de: Villahermosa, Heroica Cárdenas y Coatzacoalcos.

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